¡Bienvenidos a nuestro blog para mexicanos! Aquí encontrarás mas de 900 calaveras literarias para festejar el Día de los Muertos. En esta ocasión, te mostraremos una selección de las mejores y más originales calaveras literarias de secundaria.
Si estas buscando calaveritas específicas sobre otro tema, o en el caso de que necesites calaveras literarias personalizadas con nombres, visita la siguiente sección:
10 calaveras literarias secundaria
El Estudiante Tardón:
En las aulas de la secundaria, un chico sin prisa caminaba.
Siempre llegaba tarde, sin excepción, y al reloj desafiaba.
Un día la campana sonó y él aún en su cama roncaba,
la parca lo esperaba paciente, y su puntualidad le reclamaba.
La Fanática del Celular:
En su mano siempre el celular, sin mirar por dónde camina.
Las redes sociales eran su mundo, ni en clase perdía la rutina.
Un día, absorta en su pantalla brillante, no vio el hoyo en su camino.
La parca llegó sigilosa y su selfie finalizó repentino.
El Maestro Sabiondo:
Con su pizarra y tiza en mano, conocimiento siempre compartía.
Pero a veces presumía tanto, que a la muerte envidia le daba cada día.
Un examen sorpresa le llegó en la vida, y en el saber se quedó atascado.
La parca le dio lección final, que la humildad es un valor bien preciado.
La Reina de la Merienda:
Dulces y papitas en su mochila, nunca al recreo dejaba de engullir.
Sus amigos la veían asombrados, ¿cómo podía tanto comer y reír?
La parca la sorprendió con un atracón, mientras devoraba su chocolate.
Le enseñó que el exceso a veces lleva a un triste desenlace.
El Amante de las Bromas:
Chistes y risas a todos ofrecía, nadie escapaba de su buen humor.
Pero una broma pesada eligió un día, y todo cambió en un abrir y cerrar de ojos.
La parca no tuvo piedad de sus risas,
e mostró que las palabras pueden ser dagas.
La Soñadora en Clase:
En clase siempre su mente volaba, en mundos de fantasía se perdía.
Los números y letras la aburrían, su imaginación no tenía medida.
La parca la atrapó en un sueño eterno, donde podía soñar sin parar.
Pero aprendió que en la vida real también hay que estudiar.
El Deportista Intrépido:
En la cancha demostraba su valía, ningún deporte se le resistía.
Pero un día arriesgó más de la cuenta, y su suerte en un giro cambió.
La parca le mostró que la vida es frágil,
y que la adrenalina a veces cobra su precio.
La Romántica Empedernida:
Suspiraba por amores de cuentos, esperaba al príncipe azul llegar.
Pero el tiempo pasaba sin respuestas, y la tristeza la empezaba a abrazar.
La parca le susurró que el amor propio es esencial,
que antes de buscar a otros, debemos aprender a valorar.
El Artista sin Límites:
En lienzos y papel plasmaba su mente, colores y formas sin fin.
Pero en su afán de crear sin cesar, la vida se le escapaba sin sentir.
La parca le mostró que cada obra es única, pero también efímera en su ser.
Que el tiempo es un lienzo que todos pintamos, y debemos elegir sabiamente qué hacer.
El Estudioso Obsesionado:
Libros y apuntes siempre a su lado, en cada rincón buscaba saber.
Pero la obsesión lo consumía entero, y dejó de vivir para aprender.
La parca le enseñó que el equilibrio es clave, que el conocimiento es valioso,
pero también lo es disfrutar y crecer en cada paso que damos.
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